viernes, 28 de noviembre de 2008

¡Digna del Oscar!


Chiky 2 - La Muñeca diabólica

Una muñeca poseida por una maestra vodoo comienza a asesinar gente sin motivos.
A doll possesed by a voodo master starts to kill people with no reason.

"Una mezcla de orgullo y vergüencita" me dijeron, y es cierto...

Mas pelis aca

miércoles, 12 de noviembre de 2008

I do believe in fairys II

martes, 11 de noviembre de 2008

I do believe in fairys


Esta era una historia sobre un niño que no quería crecer, para convertirse en hombre. ¡Tan parecido a los cuentos de los hermanos Grimm! Tenia sangre, crueldad y tensión sexual.

A veces me siento Peter Pan, y como él me siento sola e incapaz de amar, y a veces me olvido y vuelo con polvo de hadas. A veces me siento el Capitán Garfio, y huyo temerosa si escucho sonar algún reloj. Y a veces me siento Wendy, y cuento cuentos para los niños perdidos y los piratas.

En la historia todo termina con un dedal y un malo muerto, pero es alto el precio que hay que pagar para ser siempre un niño.

Algunas veces creo que vivir puede ser una gran aventura.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Súcubo


La noche esta tibia y sube hasta mi nariz el fresco olor a jabón del cuerpo recién bañado. Los rulos que coronan mi cabeza forman un halo oscuro en derredor de la cara blanca y complacida. El cuerpo casi desnudo y acariciado por la brisa que entra por la ventana recuerda, de pronto, tus dedos largos de pianista.

Todo comienza en el dedo del pie, un delicado mordisco que se convierte en beso subiendo todo el largo de mi pierna. Las manos recorriendo los muslos breves pero formados, las caderas tímidas, el delicado talle de mi cintura, para detenerse solo un momento, en los senos blancos y dulces como magnolias. Las manos siguen su recorrido por los brazos hasta dejar que las palmas se unan y los dedos se entrelacen formando un delicado grillete. Los poros de la blanca piel se erizan y las terminaciones nerviosas están atentas a cada roce, mientras que en la depresión de los pechos se forma un fino camino de perlas. Las piernas se abren lentamente dejando entrar la ausencia de tu anatomía. Los alientos se confunden y la cabeza que se inclina hacia atrás en un gemido es al tuya y es al mía. Las manos se entremezclan y buscan ansiosas el vientre cálido y húmedo.

La espalda arqueada en un espasmo de placer siente tu brazo que la sostiene, mientras la otra mano agarra fuertemente las caderas llevándolas en su ritmo acompasado. De repente la cara se desencaja en al agonía del placer y los ojos se cierran para que ninguna luz perturbe el momento de éxtasis en que se sume el cuerpo.

Finalmente la cabeza cae sobre la almohada sonriente, y yo empiezo a dormirme ansiando sentir como se relaja tu aliento en el hueco de mi nuca.