martes, 30 de diciembre de 2008

La Pampa como un bálsamo.


De vez en cuando necesito salir del bosque de cemento en el que vivo, para internarme en el verde desierto de la pampa. El beso de la espina del caldén me recuerda que no son tan terribles mis males, que algo en el mundo debe estar bien, si aún existen los rosas atardeceres en el infinito horizonte, ésta eternidad de hectáreas, como un inconmensurable mar de tierra.

Por poco tiempo la pampa cura las heridas y apacigua el alma, pero es una droga que hay que aplicar con criterio, en grandes dosis la sal se te pega en los huesos, los medanos te minan el alma y la llanura te aplasta la esperanza.



4 comentarios:

m. dijo...

Hola Euge, si soy Mica.
Por lo que hablo con la gente, la estàn pasando bien.Allá...
PASALA GENIAL!

m. dijo...

Ah, y si, nunca son tan terribles nuestros males...siempre hay alguien que la pasa peor.

lobo dijo...

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Bueno, pero si te sirve saberlo, al menos estás rascándote el higo mientras acá, algunos estamos rascandonos la húmedad que produce la gota laboral :P

Igual, sabés que va con onda. espero que dentro de todo la estés pasando bien.

Besotes.

Lobo.
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Angel Terrible dijo...

Lo estoy pasando muy bien en santa rosa, pero en cualquier momento se me acaba la joda, así que me instalaré en Bs As a sudar grasas porteñas, que horror!