martes, 2 de febrero de 2016

Desde que te perdí.


He dejado a los hombres

He dejado a los hombres.
Y con ellos dejé su amor,
su olor, su pelo.

Con los hombres dejé sus aires de eruditos.
Dejé sus serias reflexiones
como respuesta a mis juegos.

Puse a un lado sus neurosis,
sus machos alfa demandantes,
o, por el contrario, sus “no puedo”.

Me libré, junto con ellos,
de las noches de insomnio
y del amor mendigado
por un suspiro de sus besos.

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