lunes, 10 de enero de 2011

You don't know me at all

El héroe sin nombre
Francisco Javier Lecombe sintetiza su sabiduría en un núcleo desencantado que enuncia, sin embargo, con una sonrisa de zorro viejo, postrando sin pudor sus dientes amarillentos. No hay forma (dice) de decirle a nadie algo propio sobre la intimidad más profunda porque nadie puede conectarse enteramente con lo más hondo de otro, nadie puede comunicar la oscura intimidad incomunicable de su alma a nadie. Esa intimidad es inconfiscable, incomunicable, esa intimidad es una isla entre islas (dice) y aunque se tiendan puentes entre unas y otras siempre serán puentes de mera superficie.
Rodolfo Rabanal.

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